Eva Ortega: «El Mainfer ha sido un impulso en mi carrera»

Eva Ortega es una de las piezas importantes del Mainfer Zaragoza pese a sólo tener 18 años…

La verdad es que no esperaba contar con tantos minutos de juego. Es el primer año que me siento como jugadora de División de Honor y sabía que desde el principio tenía que currármelo al máximo en cada entrenamiento para tener minutos. Me he ido ganando la confianza del Alfonso, el entrenador, y ahora soy una más y tengo mi importancia dentro del equipo.

El cambio a la máxima categoría ha tenido que ser duro. ¿Cómo lo ha vivido?

Es la mejor decisión que he tomado. Llegar al Mainfer ha sido un impulso muy grande en mi carrera y es algo que volvería a hacer. En la élite se vive todo de forma distinta y cada pequeño detalle, entrenamientos, viajes, la convivencia, los rivales… te ayuda a tu formación como persona y como jugadora.

¿Desde cuándo supo que este deporte iba a ocupar su corazón?

Desde muy pequeña empecé a jugar con los chicos de mi colegio, el Ana Mayayo, y fue el entrenador de éstos el que tuvo que convencer a mis padres para que me dejaran jugar. De ahí hasta la actualidad han pasado ya algunos años en los que he combinado el jugar con chicos y chicas hasta que en la etapa de cadetes, en San Viator, pasé a jugar sólo con las chicas.

Entonces, sus padres eran reacios a que su hija jugara al fútbol sala. ¿Tuvo que pelear mucho para conseguir hacer lo que le gustaba?

Al principio se oponían por completo, pero desde que me dejaron jugar han ido a la mayoría de partidos que he jugado. Son un gran apoyo siempre para mí y me dan fuerza para seguir trabajando duro.

Desde bien pequeña empezó a destacar por su calidad y con 14 años ya debutó en la máxima categoría. ¿Pensaba que iba a llegar tan lejos en el fútbol sala?

Debuté en División de Honor con el Foticos y tuve la ocasión de jugar la Copa de la Reina en Canarias. Tenía 14 años y era un sueño. Ahora es diferente ya que he madurado mi juego y mi personalidad y me he visto preparada para dar el salto.

Ahora es una de las esperanzas de futuro del sala femenino aragonés. ¿Qué cualidades se ve como jugadora?

No me gusta hablar de mí, pero me voy a atrever a decir que me defino como una jugadora explosiva y con buen regate. Antes pensaba que tenía gol, pero esta temporada no me están saliendo bien las cosas a la hora de marcar.

Quizás puede ser que le falte esa confianza en la máxima categoría que se obtiene con la experiencia…

Está claro que soy nueva en División de Honor y que es más difícil superar a los rivales pero creo que estoy aprovechando bien cada minuto para mejorar y seguir creciendo como futbolista. Con más tiempo en la categoría podré volver a ser la jugadora era antes.

Hablemos un poquito de su equipo. Vaya palo lo de no entrar en la Copa de la Reina. ¿Cómo lo han vivido dentro del vestuario?

La verdad es que no lo esperábamos y seguimos pensando que merecíamos estar este fin de semana en Córdoba. El equipo ha hecho una gran primera vuelta y sólo al final ha perdido algo de fuelle. Por desgracia, nos lo jugamos ante dos equipos difíciles y, sin hacerlo mal en ninguno de los dos partidos, nos quedamos fuera.

Esa espina le quedará clavada para próximos años. ¿Con qué sueña dentro del fútbol sala?

Supongo que, como a la mayoría de jugadoras, vestir la camiseta de la selección española es lo máximo a lo que se puede aspirar a nivel individual. Luego me gustaría tener la oportunidad de compartir vestuario con jugadoras que para mí son de lo mejor de nuestro sala. A nivel de equipo me gustaría estar muchos años en el primer equipo de mi ciudad aunque eso ahora es prematuro de decidir.

¿Me quiere decir que tiene aspiraciones grandes y que podría aceptar un cambio de aires, aunque sólo sea por aquello de vivir una nueva experiencia?

Está claro que la familia, los amigos y tu gente tiran mucho, pero habría que valorarlo. Ahora puedo asegurar que tendría que convenirme mucho lo que me ofrecieran para cambiar de aires pero nunca se puede afirmarlo rotundamente.

Aun así, su juventud es la mejor baza a su favor. Tiene toda una carrera por delante y está dando sólo sus primeros pasos…

El fútbol sala femnino es amateur y si nosotras jugamos es porque nos gusta. No voy a dejar de estudiar porque es mi futuro -Eva hace segundo de Trabajo Social- pero sí que me gustaría poder estar muchos años en la elite.

Por último, un deseo para esta temporada que termina en junio.

Tenemos que aspirar a lo más alto. No estamos en el mejor momento pero queda toda la segunda vuelta por delante para que el equipo vaya hacia arriba. El Mainfer tiene plantilla suficiente para estar peleando por la cuarta plaza y nosotras vamos a poner todo de nuestra parte para conseguirlo.

Fuente: Diario Equipo

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